No estamos tan locos y más cosas sobre la salud mental

06-junio-2016


12357228_10207968213190459_5320875895986911566_o -


Vamos a hablar sobre salud mental

Vivo en una casa muy grande y llevo toda la mañana dando vueltas de una estancia a otra con el ordenador a cuestas intentando encontrar las palabras exactas con las que escribir este post, de tal manera que pueda decir todo lo que pienso sobre la salud mental y no morir en el intento. Este es un tema que llevo rumiando desde que tengo uso de razón, digo yo que por eso me hice terapeuta.

Empecemos con la artillería pesada: la definición de salud propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS):



“Estado completo de bienestar mental, físico y social y no meramente la ausencia de enfermedad o dolencia”.



Seamos serios, ¿alguien cree que esto es real? Si la salud fuera un estado completo de bienestar tanto mental como físico, como social, aquí no habría catado la salud ni el más “pintao”. Esta propuesta de la OMS hace referencia al estado predilecto en nuestra sociedad, pero se aleja mucho de la realidad.

Tal y como yo lo entiendo, esta definición de salud resulta muy confusa para nosotros los mortales, ya que nos atrapa en la propuesta y consiguiente búsqueda de una felicidad que no existe.

 

Etimología de salud

Personalmente, prefiero definir la salud a partir de su propia etimología. Proviene de dos palabras muy parecidas en latín “salud” y “salutis”, que vendrían a ser algo como salud y salvación. El término castellano de salvarse incluye en su definición: “superar una dificultad”. Éste también sería un significado original de salud.

Podríamos decir entonces que la salud mental es el hábito o estado que nos permite vivir superando los obstáculos y dificultades que encontramos en nuestro día a día.

 

Bajando a Tierra

Esta diferencia entre definiciones puede parecer una chorrada pero no lo es. Es ésta misma la que nos permite entender que los malestares y las insatisfacciones existen, son parte de la vida y no conforman en sí mismas la enfermedad. La incapacidad para gestionar estos malestares es lo que podríamos comenzar a colocar fuera de la definición de salud mental.

Conozco a mucha gente, incluida la que os habla, que en determinadas etapas de su vida ha sentido mucha, muchísima frustración, por no “saber gestionar bien” las situaciones que la vida nos pone siempre por delante, pero ¿qué es exactamente gestionar bien las situaciones? La mayoría de los que nos hemos sentido así lo hemos hecho en momentos vitales de cambio, en momentos duros en los que hemos sentido dolor, y el dolor es incompatible con el bienestar. Pero la vida no es solo placer, desgraciadamente, contempla también momentos de dolor.

Nos enfrentamos, desde pequeños, a retos y aprendizajes nuevos, muchos de los cuales nos provocan malestar. ¿Recuerdas cuando tu pareja te dejó por primera vez?, tenías ganas de enterrarte bajo una montaña de estiércol y no volver a ver la luz del día. Pues bien, eso no es enfermedad, eso es lo que ocurre cuando una relación en la que tienes puestas determinadas expectativas se acaba. En condiciones de salud, se acaba superando y el dolor, mucho o poco, forma parte de esa superación. Después sales de la montaña de estiércol en la que te habías enterrado, ves unos cuantos vídeos de gatitos, te tiras unos meses comiendo pizza y cheetos por encima de tus posibilidades y vuelves a disfrutar de la vida con la lección, a ratos dolorosa, a ratos fortalecedora, aprendida y superada.

Esto es salud.



Compartir: