Nos ha tocado vivir en un mundo sobrecargado de información. Sabemos que disponemos de todo tipo de terapias, nuevas y antiguas, harto beneficiosas para nuestra salud y nuestro bienestar. El problema es que muchas veces no tenemos forma de saber cuáles son eficaces, cuáles mágicas o, sencillamente, un timo.
Este post busca aclarar conceptos y disipar dudas acerca de lo que la psicoterapia, tal como la concebimos en Therapy Web, puede hacer por ti.
Aquí lo que importa eres tú:
En el trabajo de acompañamiento psicológico los recursos los pone la persona que consulta. Los terapeutas no somos ni magos, ni entes intelectualmente superiores, simplemente disponemos de una serie de conocimientos concretos de cómo funcionan los pensamientos y las emociones, y ayudamos a que las personas a las que acompañamos pongan en marcha sus propias habilidades para salir de una situación en la que no se encuentran a gusto. El trabajo que hagamos lo haremos juntos. El acompañamiento psicológico es un camino tachonado de momentos duros y también de momentos muy liberadores.
Vas a sentirte mejor:
Disponer de alguien en quién confías y también de un espacio seguro en el que deshacerte de tus cargas emocionales; hablar con libertad y seguridad sobre lo que te preocupa o te provoca malestar es un motivo indiscutible para sentirse un poco mejor.
Si además, gracias a la terapia, desencadenamos un proceso de autoconocimiento y empoderamiento que movilice tus recursos, no podrás evitar sentirte mejor.
Vas a solucionar problemas concretos:
Todos nos sentimos estancados en algún momento de nuestra vida. Es inevitable. Todos sufrimos alguna vez un bloqueo en el que no sabemos ni cómo ni por dónde empezar a trabajar. La psicoterapia pone en tus manos recursos y habilidades que ya tienes, pero que quizás no eres capaz de ver, para que puedas realizar cambios rápidos que te ayuden a solucionar problemas concretos.
Vivir tranquilo es posible:
La psicoterapia es un proceso de autoconocimiento y aceptación que hace conscientes ciertas características de nuestra personalidad, tanto las que nos gustan como las que no. También nos ayuda a integrar estas características para convertirlas en recursos, y a ser más benevolentes a la hora de emitir juicios sobre ellas.
De esta manera, cuando aprendemos a respetar aquello que no nos gusta de nosotros mismos, nos convertimos inevitablemente en personas más tolerantes con aquello que no nos complace de los demás.
Dejar atrás creencias limitantes:
Contar con una voz sincera que nos confronta cada vez que intentamos evitar un tema desagradable no es fácil al principio, pero es una de las cosas que más nos van a ayudar a realizar cambios con los que poder afrontar las situaciones más complicadas. Es así como llegan los momentos más liberadores que pueden vivirse en terapia, y también algunos de los más duros. Es precisamente en ese dialogo terapéutico donde surgen los diferentes puntos de vista que nos ayudan a afrontar el problema que nos ha traído a la consulta.
La psicoterapia y el empoderamiento:
El proceso psicoterapéutico tiene un final. Cuando llega nos encontramos mejor, orgullosos de haber sido capaces de liberar nuestros propios recursos para librarnos de aquello que nos producía malestar. Estos conocimientos recién descubiertos, sobre nosotros y nuestro funcionamiento, nos van a servir para siempre y no van a dejar de impulsar cambios positivos a lo largo de nuestra vida.
